Las mujeres de la Antigua Grecia lo usaban para obtener una piel suave, luminosa y perfecta. En este post te propongo repasar uno de esos secretos milenarios de belleza que ellas conocían muy bien: su uso contra el acné.
El vinagre de manzana se elabora por lo general por fermentación a partir del jugo de manzanas orgánicas. Este jugo es rico en nutrientes como potasio, calcio, vitamina A, ácido málico y ácido acético. Estos componentes presentan propiedades antiinflamatorias y antifúngicas (anti-hongos) y ayudan a limpiar y restablecer el pH de la piel (alrededor de 5). De hecho, esta última es la propiedad más importante del vinagre de manzana. Vamos a profundizar un poco más..
El vinagre de manzana en el acné: el vinagre de manzana es un producto excelente para combatir el acné ya que restablece el pH de la piel permitiendo que se regenere antes. Cuando el pH de la piel es el correcto, la piel es capaz de defenderse eficazmente frente al ataque de las bacterias. Cuando entramos en la adolescencia, en nuestra piel comienzan a formarse glándulas sebáceas y pelo, lo que modifica el pH alterando esa barrera natural. Si comenzamos a usar jabones y limpiadores continuamente, no ayudamos a que nuestra barrera natural en la piel se restablezca. Lo mismo ocurre a medida que nos hacemos mayores, el uso continuado de jabones con pH alcalinos impiden que nuestra piel pueda defenderse de manera natural de los microorganismos. El vinagre de manzana trabaja recuperando el pH adecuado de la piel y por tanto su capacidad para combatir las infecciones. Como también presenta propiedades antiinflamatorias, actúa reduciendo las rojeces e inflamación de la piel acneica.
Podemos aplicarlo directamente sobre la piel o únicamente sobre las zonas afectadas. Hay que tener en cuenta que, tras aplicarlo, la piel se pone un poquito roja durante unos 10 minutos y se nota una sensación de cosquilleo. Si os quemara mucho la piel tras su aplicación, lavar abundantemente con agua retirando el producto. La mejor manera de comenzar a usarlo es diluirlo en agua: una parte de vinagre, 4 de agua (destilada o mineral preferiblemente). Conforme avance el tratamiento, ir reduciendo la dosis de agua hasta generar una mezcla de 1 parte de vinagre de manzana y una parte de agua.
Importante: comprar siempre el vinagre de manzana con “la madre”, que es el poso turbio que se puede ver en la parte inferior del frasco. Es la manera de asegurarse de que el producto contiene todas sus propiedades intactas. El vinagre culinario “trasparente” ha sufrido procesos de filtrado y pasteurizado por lo que muchas de sus propiedades se ven muy reducidas. Yo suelo comprar una marca orgánica que es la que os muestro en la foto. Evitar también el vinagre de manzana que contenga sulfitos, podrían dañaros la piel (leer etiquetado). Aplícatelo con un algodón sobre la piel cuando esté seca.
El vinagre de manzana tiene otros muchos usos en belleza, por ejemplo es muy bueno para la caspa, pero eso os lo cuento en otro post :-)