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La glicerina presenta un carácter neutro ya que tiene un pH parecido al de nuestra piel constituyendo un excelente limpiador facial que ayuda a combatir el acné, los granitos y las espinillas sin resultar agresivo para la piel, por lo que es muy recomendable para pieles mixtas o grasas.
Además de limpiar la piel, la humecta estupendamente por lo que ayuda a la piel a preservar sus propiedades y mantenerse hidratada, lo que se traduce en una piel más bonita y con una apariencia más joven. Por este motivo, también está indicada para el cuidado de la piel sensible.
Una ventaja que tiene la glicerina, es que por sí misma constituye un jabón de calidad, pero también es una base estupenda a la que podemos añadir ingredientes y personalizarla dependiendo del tipo de piel a tratar, esa es la parte divertida!
Cuando empecé a pensar en esta receta, tenía muy claro que quería añadir arcilla rosa. La arcilla rosa es excelente para todo tipo de pieles, en especial las delicadas y maduras. Aporta firmeza y suavidad, hidrata muy bien, tonifica, purifica y remineraliza la piel. Este tipo de arcilla es muy usada en estética para mascarillas faciales, en este caso la utilicé para elaborar el jabón de glicerina.
Fundamental completar el jabón con un aceite esencial, en este caso de jazmín. Para ser sincera, escogí este aceite esencial por su olor…si te gusta el olor a jazmín, este aceite aportará al jabón un toque muy especial. Además, el aceite de jazmín regula la producción de grasa ayudando a equilibrar y normalizar la piel. Tiene propiedades antisépticas y cicatrizantes y contribuye a evitar irritaciones.
Vamos con la receta:
Importante recalcar que todos los ingredientes deben ser específicos para su uso en cosmética.
Además de las propiedades cosméticas que os he comentado, es un regalito que suele gustar mucho...Os dejo las fotos de los últimos regalos que he hecho con este aromático jabón. Animaros a probarlo, no puede ser más fácil de elaborar!!
Además de limpiar la piel, la humecta estupendamente por lo que ayuda a la piel a preservar sus propiedades y mantenerse hidratada, lo que se traduce en una piel más bonita y con una apariencia más joven. Por este motivo, también está indicada para el cuidado de la piel sensible.
Una ventaja que tiene la glicerina, es que por sí misma constituye un jabón de calidad, pero también es una base estupenda a la que podemos añadir ingredientes y personalizarla dependiendo del tipo de piel a tratar, esa es la parte divertida!
Cuando empecé a pensar en esta receta, tenía muy claro que quería añadir arcilla rosa. La arcilla rosa es excelente para todo tipo de pieles, en especial las delicadas y maduras. Aporta firmeza y suavidad, hidrata muy bien, tonifica, purifica y remineraliza la piel. Este tipo de arcilla es muy usada en estética para mascarillas faciales, en este caso la utilicé para elaborar el jabón de glicerina.
Fundamental completar el jabón con un aceite esencial, en este caso de jazmín. Para ser sincera, escogí este aceite esencial por su olor…si te gusta el olor a jazmín, este aceite aportará al jabón un toque muy especial. Además, el aceite de jazmín regula la producción de grasa ayudando a equilibrar y normalizar la piel. Tiene propiedades antisépticas y cicatrizantes y contribuye a evitar irritaciones.
Vamos con la receta:
Este jabón se puede usar a diario en vuestras rutinas de limpieza facial.
Importante recalcar que todos los ingredientes deben ser específicos para su uso en cosmética.
1 comentario:
lindos!
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